Durante toda mi vida, he intentado comprender al mundo en el que nací, y creo que lo he logrado hasta cierto punto. A una edad relativamente corta, me di cuenta de que nuestra comprensión es inherentemente imperfecta.

Esto es porque formamos parte del mundo en que vivimos. Somos tanto participantes como observadores. Como participantes, deseamos cambiar al mundo a nuestro favor. Como observadores, deseamos comprender la realidad tal como es. Estos dos objetivos interfieren el uno con el otro.

Esta interferencia no afecta por igual a todos los ámbitos de la realidad. Por ejemplo, los científicos que investigan los fenómenos naturales, como los astrónomos, pueden acercarse a un conocimiento perfecto porque emplean criterios objetivos, como el movimiento de los cuerpos celestes, que les permiten juzgar qué tan correctas son sus predicciones.

Pero los científicos sociales lo tienen más complicado. El comportamiento de la gente ya de por sí refleja su comprensión imperfecta. Por tanto, no ofrece un criterio tan confiable para los científicos sociales, como el que el movimiento de los astros ofrece a los astrónomos.

Entonces, ¿cómo podemos comprender las circunstancias actuales? Debemos encontrar una manera de distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es tanto.

Permítanme comenzar con una afirmación atrevida. Mientras que dos sistemas de gobierno están enzarzados en una pugna por dominar el mundo, nuestra civilización está en peligro de colapsar debido al inexorable avance del cambio climático. Esta es una afirmación muy corta, pero creo que ofrece una imagen precisa de la situación actual.

Mi intervención vincula al cambio climático, que pertenece al ámbito de las ciencias naturales, con los sistemas de gobierno, que es un concepto social. Primero hablaré del cambio climático, y después de los sistemas de gobierno.

Siempre me ha parecido fascinante la capa de hielo de Groenlandia, que mide varios kilómetros de espesor y que ha tardado más de mil años en formarse.

En julio de 2022, un evento meteorológico extremo ocurrió en Groenlandia. La temperatura subió tanto que los científicos podían jugar al voleibol en pantalones cortos y camiseta.

Cuando vi esto, envié a un equipo de fotógrafos a Groenlandia a recopilar evidencias gráficas. Estuvieron presentes cuando ocurrió un segundo evento en septiembre, y lo grabaron en directo.

El derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia produciría un aumento de siete metros en el nivel del mar. Esto supone una amenaza para la supervivencia de nuestra civilización. Yo no estaba dispuesto a aceptar ese destino de brazos cruzados, así que intenté determinar si había algo que se pudiera hacer para evitarlo. Me remitieron a Sir David King, un científico especializado en fenómenos climáticos, que ha fungido como asesor científico principal en anteriores gobiernos británicos. Él ha desarrollado una teoría que es ampliamente aceptada entre los científicos climáticos. Esta teoría postula que el sistema climático mundial solía ser estable, pero que la intervención humana lo ha alterado. El círculo polar ártico antes estaba aislado del resto del mundo por vientos que soplaban en una dirección predecible, circular y en dirección contraria a las agujas del reloj, pero el cambio climático creado por el hombre ha roto este aislamiento.

Esta corriente de aire circular solía mantener al aire frío dentro del círculo polar ártico, y a la vez mantenía al aire caliente fuera. Pero ahora, el aire frío se está «filtrando» del ártico y está siendo reemplazado por aire caliente absorbido del sur.

Esto explica, entre otras cosas, la ráfaga ártica que cayó sobre los Estados Unidos durante las navidades y la ola de frío que azotó recientemente al estado de Texas.

El océano Ártico solía estar cubierto de una capa blanquísima de hielo y nieve, que reflejaba la luz del sol produciendo lo que se conoce como el «efecto albedo». Pero el aumento de las temperaturas ha causado que el hielo se derrita, y la capa de hielo de Groenlandia ya no es tan prístina como antes; en cambio, está cubierta de hollín procedente de los incendios forestales del año pasado en la costa occidental de los Estados Unidos, las emisiones de los transportes árticos y otras causas.

Sir David King tiene un plan para reparar el sistema climático.

Quiere recrear el efecto albedo mediante la creación de nubes blancas en la alta atmósfera. Con las salvaguardas científicas adecuadas y el consejo de las comunidades indígenas locales, este proyecto podría ayudar a reestabilizar el sistema climático del ártico, que regula al sistema climático mundial entero.

El mensaje está claro: la interferencia humana ha destruido un sistema que antes era estable, y será necesario echar mano del ingenio humano, tanto a nivel local como internacional, para restaurarlo.

En la actualidad, prácticamente todas las iniciativas para luchar contra el cambio climático están enfocadas en la mitigación y la adaptación. Estas son necesarias, pero no suficientes.

El sistema climático está averiado, y es necesario repararlo. Ese es el principal mensaje que deseo transmitir esta noche.

Este es un mensaje urgente, porque estamos peligrosamente cerca de sobrepasar el límite de 1,5 grados establecido en el Acuerdo de París de 2015. Ya hemos alcanzado los 1,2 grados y, si seguimos por el camino actual, el calentamiento global superará los 2,5 grados para el 2070.

Esto nos llevaría mucho más allá de diversos puntos de inflexión, como el deshielo del permafrost ártico. Llegados a este punto, la cantidad de dinero necesaria para reestabilizar o corregir el sistema climático se dispararía exponencialmente. Este fenómeno no es muy bien comprendido.

El ritmo acelerado del cambio climático también producirá una ola de migración a gran escala, para la cual el mundo no está preparado. A menos que cambiemos la manera en que abordamos el cambio climático, nuestra civilización se verá severamente afectada por un aumento de las temperaturas, que hará que grandes regiones del mundo se vuelvan prácticamente inhabitables.

Debemos reorientar a nuestras instituciones financieras internacionales, particularmente al Banco Mundial, para que se enfoquen en el cambio climático.

Como una imagen vale más que mil palabras, les mostraré un corto vídeo del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, con comentarios de Sir David King. 

Ahora, deseo abordar el tema geopolítico. Existen dos sistemas de gobierno que están luchando por dominar al mundo. Me refiero a las sociedades abiertas y cerradas.

He definido la diferencia entre ambas de la manera más sencilla posible: en una sociedad abierta, el papel del estado es proteger la libertad del individuo. En una sociedad cerrada, el papel del individuo es servir a los intereses del Estado.

Como fundador de Open Society Foundations, está claro que las sociedades abiertas son muy importantes para mí, y las considero moralmente superiores a las cerradas.

Al hablar de superioridad moral, siempre surge una disyuntiva: ambos sistemas se consideran superiores al otro. Por tanto, las sociedades abiertas deben destacarse mediante la protección real de los derechos humanos e individuales en general. Esto ciertamente atraería a aquellos que viven en sociedades cerradas.

Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que los estados represivos prevalezcan, porque podrían simplemente obligar a sus súbditos a servirles.

El hecho es que ambos sistemas tienen tanto fortalezas como debilidades. Si las comprendemos mejor, podremos mejorar también nuestra comprensión del mundo.

He resaltado las diferencias entre las sociedades abiertas y las cerradas. Esto deja por fuera a muchos países que se han desvivido para evitar «amarrarse» irrevocablemente a un bando u otro.

El caso de la India es interesante. Es una democracia, pero su mandatario, Narendra Modi, no es un demócrata. Uno de los factores que más influyó en su meteórico ascenso fue la incitación a la violencia contra los musulmanes.

Modi mantiene unas relaciones estrechas tanto con sociedades abiertas como con sociedades cerradas. La India es miembro del Quad (junto con Australia, los EE. UU. y Japón), pero también compra grandes cantidades petróleo ruso a precios de descuento, ganando un montón de dinero en el proceso.

La Turquía de Erdogan es todavía más interesante. Está activamente involucrado con ambos bandos de la guerra de Ucrania y se ha afianzado como un intermediario neutral entre estos.

Erdogan tiene mucho en común con Modi. Pero, si bien Modi parecía estar firmemente atornillado al poder hasta hace poco, Erdogan ha gestionado mal la economía de Turquía y tendrá que someterse a elecciones en el mes de mayo. Todos sus esfuerzos están dedicados a ganar las elecciones.

Se ha acercado a Putin, quien convertirá a Turquía en un centro de distribución de petróleo ruso, lo que le dará el dinero que necesita para las elecciones.

También se ha vuelto más autocrático en su propio país. Está intentando encarcelar a su mayor oponente, el alcalde de Estambul, y prohibir al partido kurdo que participe en las elecciones.

Pero no podrá romper con la tradición que permite a los partidos políticos supervisar el recuento de los votos.  

Esto hará difícil la falsificación de los resultados.

El terremoto de magnitud 7,8 que azotó Turquía a principios de este mes ha sido una auténtica tragedia. La conmoción se está convirtiendo en cólera en muchas de las zonas afectadas, a causa de la lentitud del gobierno en responder y su deseo de controlar todos los esfuerzos e iniciativas de asistencia. Pero esto no ha sido obra del destino: las deficientes prácticas de construcción de Turquía y el modelo de crecimiento de Erdogan, basado en el ladrillo, lo han empeorado todo. La mejor manera de corregir estos problemas es celebrar elecciones.

Modi y el magnate empresarial Adani son grandes aliados; sus destinos están entrelazados. Adani Enterprises intentó conseguir financiación en la bolsa de valores, pero falló. Adani está actualmente acusado de haber manipulado las acciones, y sus acciones se han desplomado. Modi ha guardado silencio al respecto, pero tendrá que responder ante los inversores extranjeros y también ante el parlamento de su país.

Esto debilitará significativamente el predominio de Modi sobre el gobierno federal de la India y abrirá las puertas a un impulso hacia unas muy necesarias reformas institucionales.

A lo mejor estoy pecando de ingenuo, pero mi expectativa es que habrá un renacer de la democracia en la India.

Existen muchas otras potencias regionales que pueden influir en el curso de la historia. Brasil es un ejemplo resaltante. La elección de Lula a finales del año pasado fue crucial.  El 8 de enero hubo un intento de golpe de estado, muy similar al del 6 de enero de 2021 en los EE. UU., que Lula manejó con gran maestría y que cimentó su autoridad como presidente.

Brasil está al frente del conflicto entre las sociedades abiertas y las sociedades cerradas. También está al frente de la lucha contra el cambio climático.

Deberá proteger la selva tropical, fomentar la justicia social y reavivar el crecimiento económico, todo a la vez.

Necesitará de un gran apoyo internacional para tener éxito, porque no existe manera de llegar a las cero emisiones netas de carbono si no lo logra.

La situación actual presenta algunas similitudes con la Guerra Fría, pero sus diferencias con esta son mucho mayores. Actualmente se está librando una guerra de verdad en Ucrania, y esto lo ha cambiado todo.

Hasta el mes de octubre, Ucrania estaba saliendo victoriosa en el campo de batalla.

Después sucedió que Rusia, con el apoyo de Irán, implementó el uso de drones a gran escala.

Su objetivo era privar a la población civil de electricidad, calefacción y agua potable, para socavar su moral. Esto ha puesto a Ucrania a la defensiva.

El ejército regular ruso está en graves apuros. Está mal liderado, peor equipado y muy desmoralizado. Putin se dio cuenta de esto, y se decidió por una apuesta desesperada. Acudió a Yevgheny Prigozhin, propietario de un ejército mercenario llamado el “Grupo Wagner”, que está deseando demostrar que son superiores al ejército regular. Prigozhin tiene antecedentes penales y sabe cómo tratar con criminales.

Putin le permitió reclutar presos de las cárceles. Esto va en contra de las leyes rusas, pero Putin no obedece ninguna ley.

Y la apuesta dio resultado. Con la ayuda de los presos, los Wagner comenzaron a ganar territorio. El ejército ucraniano ralentizó su avance, pero estaban perdiendo más de cien soldados entrenados al día, cosa que no podían permitirse. Ucrania se enfrentaba a una decisión estratégica: quedar atascados manteniendo a raya al grupo Wagner, o proporcionar a Rusia una victoria propagandística y preservar sus limitadas fuerzas para un contraataque.

El 22 de diciembre, el presidente de Ucrania, Zelensky, voló a Washington para conversar con el presidente Biden acerca de la situación.

Estuvieron de acuerdo en que la única manera de acabar con esta guerra es ganarla.

Pero Biden le advirtió a Zelensky de que su disposición a colaborar no es ilimitada. Es fundamental evitar una Tercera Guerra Mundial a toda costa, y es necesario preservar el apoyo de Europa a Ucrania.

La administración de Biden está suministrando a Ucrania todo el armamento

─ defensas antiaéreas, tanques y gran cantidad de municiones ─ que necesitan para rechazar un ataque ruso y también para disuadirlos de lanzar futuros ataques. Pero la oposición de la Cámara de Representantes, que está liderada por los republicanos, hace poco probable que se apruebe otro gran

paquete de financiación por parte de los EE. UU. Zelensky emprendió una ofensiva diplomática en diversos países europeos para instarlos a que le suministraran tanques más rápidamente. También les solicitó aviones cazas, y los países europeos han acordado comenzar a entrenar a los pilotos ucranianos para volar aviones de última generación

Putin le ha ordenado a Prigozhin que obtenga una victoria antes del aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, el 24 de febrero. Está intentando rodear a los defensores ucranianos de la localidad de Bajmut, donde goza de superioridad numérica. Es posible que salga victorioso, pero lo considero poco probable, porque el ejército ucraniano está oponiendo una fuerte resistencia, y una vez que Ucrania pueda usar las armas que les han prometido, cambiarán las tornas.

Pero la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, advirtió de que Putin está planeando un golpe de estado contra Moldavia, que podría ejecutar antes del aniversario.

El 11 de febrero, en una entrevista concedida a The Guardian, Prigozhin mencionó que no podrá atrapar a los defensores ucranianos de Bajmut. “Hay muchas vías de salida y pocas de entrada”, afirmó. Habló de que harían falta entre dos y tres años para ocupar la región de Dombás.

Esto le brindaría a Ucrania una estrecha ventana de oportunidad a finales de la primavera, cuando reciban el armamento prometido, para montar un contraataque que bien podría determinar el destino de la invasión de Rusia a Ucrania.

Los países de la antigua Unión Soviética están deseando que los rusos sean derrotados en Ucrania, porque quieren declararse independientes. Esto significa que una victoria ucraniana podría causar la disolución del Imperio ruso. Si así ocurriese, Rusia ya no supondría una amenaza ni para Europa ni tampoco para el resto del mundo.

Esto sería una mejora cardinal. Brindaría un enorme alivio para las sociedades abiertas, y crearía unos problemas tremendos para las cerradas.

Abordando el tema de China, Xi Jinping sería uno de los perdedores más evidentes. Su estrecha asociación con Putin le perjudicaría. Pero podría ser que en China ya se esté gestando una revolución.

La mayoría de los problemas que aquejan a Xi Jinping se los ha provocado él mismo. Comenzó a manejar mal la economía desde el comienzo de su mandato, cuando se dedicó a desmontar todos los logros reformistas de Deng Xiaoping.

La política de Cero Covid de Xi ha sido su mayor error. Ha sometido a graves penurias a la población, y los ha llevado al borde de la rebelión abierta. Después, en respuesta a la presión popular, Xi abandonó repentinamente la política sin implementar nada que la sustituyese. Y el resultado fue un apocalipsis.

Al no haber recibido las vacunas necesarias, las infecciones se propagaron como un incendio en una pradera. La capacidad de hospitales y morgues quedó desbordada e innumerables personas, la mayoría ancianos, murieron en muy poco tiempo. El régimen dejó de suministrar información, pero las personas pudieron ver qué estaba ocurriendo realmente, cuando sus amigos y familiares comenzaron a morir.

La primera ola urbana de infecciones llegó a su clímax en enero; la segunda ola, que es rural, está haciendo lo mismo justo ahora, pero hará falta alrededor de otro mes entero para que el sistema de salud comience a funcionar con normalidad.

La caótica estrategia de Xi Jinping para eliminar la política de Cero Covid sacudió la confianza del pueblo chino en el Partido Comunista liderado por Xi. La situación actual cumple con todas las precondiciones para un cambio de régimen o una revolución. Pero esto no es más que el comienzo de un proceso opaco, cuyas repercusiones seguirán sintiéndose durante mucho tiempo.

En el corto plazo, lo más probable es que Xi permanezca en el poder, porque tiene un control firme sobre todos los instrumentos de represión. Pero estoy convencido de que Xi no estará al frente del gobierno de por vida y, mientras esté mandando, China no se convertirá en la fuerza política y militar dominante que él querría.

Afortunadamente para Xi, él no está personalmente amenazado desde el extranjero, porque Biden no está interesado en un cambio de régimen en China. Todo lo que quiere es restablecer el statu quo en Taiwán.

Debido a lo precario de su posición en su propio país, Xi respondió positivamente a la oferta hecha por Biden en Bali, de reducir tensiones entre los Estados Unidos y China. Pero el descubrimiento de un globo aerostático chino de vigilancia atravesando el espacio aéreo de los EE. UU. ha agriado las relaciones entre ambos países, y es posible que esto termine por exacerbarlas del todo. Desde entonces, se ha detectado gran cantidad de otros objetos voladores.

En cualquier caso, un viraje de Xi Jinping hacia la cooperación internacional solo habría sido de naturaleza temporal y táctica. Él no sería quien es si de verdad pudiese desprenderse de sus convicciones profundas así de fácil.

El hecho es que estamos viendo un proceso histórico en China, cuyo significado no es todavía ampliamente reconocido.

Para completar la imagen geopolítica, también debo examinar cómo está funcionando la democracia en los Estados Unidos. Obviamente, no muy bien. Cuando Donald Trump fue electo presidente en 2016, se constituyó en una amenaza muy real para nuestra democracia.

Trump es un personaje profundamente viciado, un embaucador cuyo narcisismo se ha convertido en una patología. No tiene compromiso alguno con la democracia; esta simplemente le ha proporcionado un escenario sobre el que actuar. Como presidente, estuvo más interesado en posar con dictadores que en promover principios democráticos. Trump quería llegar a ser como Putin, quien amasó una fortuna mientras se hacía con el control total de su país.

Trump logró atraer a una gran cantidad de seguidores entre los ciudadanos blancos y sin estudios, pero sus mayores partidarios fueron los mega-ricos ─y vaya que les produjo beneficios─.

Primero, redujo sus impuestos. Segundo, nominó para la Corte Suprema a ideólogos adheridos a una versión extrema de la agenda republicana.

Tercero, se hizo con el control del partido republicano mediante amenazas a todos aquellos que no le juraran lealtad con un desafío en las primarias. Por último, alentó a los estados gobernados por los republicanos a que introdujeran medidas escandalosamente obvias para constreñir a los votantes, para así garantizar que su partido permaneciera en el poder indefinidamente. Con esa estrategia casi gana la reelección en 2020.

Mi esperanza para el 2024 es que Trump y el gobernador de Florida, DeSantis, se enfrenten entre sí para lograr la nominación republicana.

Trump se ha convertido en una figura lastimera, quejándose continuamente de su derrota de 2020. Los grandes donantes republicanos lo están abandonando en masa. DeSantis es astuto, despiadado y ambicioso. Es probable que se convierta en el candidato republicano.

Esto podría inducir a Trump, cuyo narcisismo se ha vuelto patológico, a presentarse como candidato independiente.

Esto llevaría a una victoria aplastante para los demócratas y obligaría al partido republicano a reformarse. Pero es posible que mi opinión sea un poco sesgada.

Para concluir, permítanme repetir lo que he dicho al principio: mientras que las sociedades abiertas y las cerradas están en pugna por la dominación mundial, nuestra civilización corre peligro de colapsar debido al inexorable avance del cambio climático. Creo que esto es un buen resumen del estado actual de la situación.

También me parece que la sociedad abierta es superior a la sociedad cerrada, y me aflige pensar en todos aquellos que tienen que vivir bajo regímenes represivos, como la Siria de Assad, Bielorrusia, Irán y Myanmar.

Muchas gracias.